sábado, 20 de septiembre de 2014

1 ESO. FICHA 2.

LAS RANAS.


Dos ranas fueron a caer por accidente en un cubo que contenía leche. Como no podían salir de aquel recipiente, lo único que les cabía hacer era nadar y nadar sin descanso, pues se hundirían en cuanto dejaran de hacerlo.

Después de un largo rato, una de las ranas le dijo a la otra que no podía nadar más, pero su compañera la animó, y continuaron nadando las dos, hasta que la primera, al límite de su resistencia, dejó de nadar y se hundió. La otra rana, sin embargo, siguió en su esfuerzo, hasta que toda la leche, batida por los movimientos de la rana, se convirtió en mantequilla.
Al olor de la mantequilla acudió un enjambre de moscas, y la rana vio recompensado su esfuerzo pegándose un gran festín.



EL ARCA DE NOÉ.








LA TORRE DE BABEL






NIÑOS Y BASURA.
LA CRUZADA DE LOS NIÑOS.
La Historia nos habla de ocho Cruzadas, lIamémoslas "oficiales", que, desde los siglos XI a XIII, intentaron la reconquista de los Santos Lugares. Pero además de éstas, hubo también otras Cruzadas populares, que terminaron en rotundos fracasos, casi al igual que las demás. 

Una de las más curiosas fue la llamada "Cruzada de los Niños" En 1212 miles de niños y adolescentes alemanes y franceses se reunieron para marchar hacia Jerusalén y recuperar el Santo Sepulcro. La idea de esta cruzada consistía en que Dios no podía mostrarse insensible a la inocencia de la infancia y permitiría el triunfo sobre los turcos, imposible hasta el momento por la arrogancia y la sangre que vertían los orgullosos guerreros cristianos. 

La cruzada estaba dirigida por dos niños: Stephan de 13 años, que guiaba a los franceses y Nicolás, de 15, que hacía lo propio con los alemanes. Se calcula que participaron en esta aventura cerca de 30.000 franceses y 40.000 alemanes, acompañados por algunos hombres y mujeres jóvenes, algunos de los cuales estaban muy lejos de la finalidad perseguida y sólo deseaban aprovecharse de los niños. 




Los alemanes cruzaron los Alpes por un paso desconocido y se puede decir que desde su inicio, comenzaron las bajas. Muchos murieron de hambre, de frío y cansancio, y unos 1.000 llegaron al puerto de Génova en agosto de 1212. Algunos pagaron su viaje hasta Jerusalén y el resto fueron bendecidos por el papa Inocencia 111, en Roma, embarcando en Ostia hacia las costas africanas. Los franceses siguieron el curso de Ródano y llegaron a Marsella para embarcar. Por delante tenían más de 3.500 kilómetros. Los armadores les ofrecieron siete navíos para el viaje y tan sólo dos llegaron a las costas de Cerdeña. Las demás se dirigieron a Argel y Egipto donde los niños se vendieron para los burdeles de las ciudades y como esclavos. Algunos pocos supervivientes llegaron, de milagro, a Jerusalén y allí se perdió su rastro. 

MOTIVACIÓN.

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