sábado, 3 de enero de 2015

4 ESO. FICHA 5.

EL LIBRO ROBADO.


(FLORECILLAS DE SAN ANASTASIO)

El Abad Anastasio tenía un libro finísimo pergamino que valía veinte monedas y que contenía el Antiguo y el Nuevo Testamento.
Una vez fue a visitarle cierto monje que, al ver el libro, se encaprichó de él y se lo llevó. De modo que aquel día, cuando Anastasio fue a leer su libro, descubrió que había desaparecido y al instante supo que el monje lo había robado. Pero no le denunció, por temor a que, al pecado de hurto, pudiera añadir el de perjurio.
El monje se había ido a la ciudad y quiso vender el libro, por el que pedía dieciocho monedas. El posible comprador le dijo:
“Déjame el libro para que pueda averiguar si vale tanto dinero”.
Entonces fue a ver al santo Anastasio y le dijo:
“Padre, mire este libro y dígame si cree usted que vale dieciocho monedas”.
Y Anastasio le dijo: “Sí, es un libro precioso, y por dieciocho monedas es una ganga”.
El otro volvió adonde estaba el monje y le dijo:
“Aquí tienes tu dinero. He enseñado el libro al Padre Anastasio y me ha dicho que sí vale las dieciocho monedas”.
El monje estaba anonadado.
“¿Fue eso todo lo que te dijo? ¿No dijo nada más?”.
“No, no dijo ni una sola palabra más.”
“Bueno, verás… he cambiado de opinión… y ahora ya no quiero vender el libro…”
Entonces regresó adonde Anastasio y, con lágrimas en los ojos, le suplicó que volviera a quedarse con el libro. Pero Anastasio le dijo con toda paz:
“No, hermano, quédate con él. Es un regalo que quiero hacerte”.
Sin embargo, el monje dijo:
“Si no lo recuperas, jamás tendré paz”.
Y desde entonces, el monje se quedó con Anastasio para el resto de sus días.
 

¿Cómo nace la costumbre de hacer el signo de la cruz?

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El signo de la cruz es el primer gesto de fe que aprendemos y es el que acompaña a cada oración oficial o personal de la Iglesia. La simbología que expresa es límpida, especialmente cuando está acompañado por las palabras “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Su historia es antiquísima y se pierde en los orígenes de la Iglesia apostólica, que inicia a estructurar su propia fe a través de gestos y palabras comunes.


Los primeros testimonios se remontan a la época de los padres de la Iglesia, y se refieren al pequeño signo de la cruz, el único entonces en uso, hecho con el pulgar generalmente en la frente, a veces en otras partes del rostro y después del cuerpo. Tertuliano, autor a caballo entre los siglos II y III, habla de un uso personal y difundido del signo de la cruz. En una obra clave en que compara el compromiso bautismal de los cristianos con el juramento de los soldados del imperio, afirma: “Si nos ponemos en camino, si salimos o entramos, si nos vestimos, si nos lavamos o vamos a la mesa, a la cama, si nos sentamos, en estas y en todas nuestras acciones nos marcamos la frente con el signo de la cruz” (La corona de los soldados, III,4).

Poco más tarde aparecen los primeros testimonios litúrgicos. Se trata siempre del pequeño signo de la cruz, que acompaña en varios momentos a la liturgia bautismal, con la que se comunica el misterio de la Pascua de Cristo, para vivir en la comunión de la Trinidad.Según la Tradición apostólica, venerable texto litúrgico de ambiente romano del siglo III, el último exorcismo con el que se manda al espíritu enemigo que se aleje de los candidatos al Bautismo se acompaña de un signo de la cruz sobre la frente, sobre las orejas y sobre la nariz (n. 20). Al término del rito, la unción en la frente con el sagrado crisma sella el rito bautismal: el obispo “lo signe sobre la frente, lo bese y diga: “El Señor esté contigo”, y el que ha sido signado responda: “Y con tu espíritu” (n. 21).

El gesto, después, acompaña la vida personal de fe del creyente: “Cuando eres tentado, márcate devotamente la frente: es el signo de la Pasión, conocido y experimentado contra el diablo si lo haces con fe, no para ser visto por los hombres, sino presentándolo como un escudo” (n. 42).

La costumbre de signarse también el pecho se remonta al siglo V: nace en el Oriente cristiano, se difunde después en la Galia y en el ritual romano (unción con el óleo de los catecúmenos; durante la Misa al principio de la lectura del Evangelio). Siempre en Oriente, durante el siglo VI, nace la costumbre de signarse con tres o dos dedos abiertos, mientras que los demás permanecen cerrados. El gesto se refiere a las luchas teológicas para definir la fe en la Trinidad (los tres dedos abiertos) o en Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre (los dos dedos abiertos). De nuevo, la costumbre para a la tradición latina. Tenemos de ella una representación plástica en un bajorrelieve en la catedral de Módena (Italia), que se remonta al siglo XII, donde se ven algunos fieles que se signan sobre la frente con los tres dedos abiertos, ante el sacerdote que inicia a leer el Evangelio.

El uso de un gran signo de la cruz nace en los monasterios hacia el siglo X, pero probablemente se remonta a épocas anteriores, especialmente en el uso privado. Al principio se trazaba aún con los tres dedos abiertos y bajando de la frente al pecho, pasando después del hombro derecho al izquierdo. La tipología del gesto es típicamente oriental. En momentos posteriores, la tradición occidental comenzó a usar la mano extendida, invirtiendo el sentido de izquierda a derecha. Esta forma es codificada en la liturgia romana sólo con la reforma litúrgica del siglo XVI, después del concilio de Trento (Misal de san Pío V).

Finalmente, recordemos que el signo de la cruz estaba muchas veces acompañado por una fórmula. La trinitaria, que usamos todavía hoy, se remonta a la redacción del Evangelio y se convirtió en canónica desde la reforma carolingia del siglo IX. Pero se usaban también otras fórmulas, como cuando se abre la oración de la mañana signándose la boca diciendo: “Señor, ábreme los labios”. Los Griegos suelen decir: “Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal, ten piedad de nosotros”. Este gesto, a través de las pequeñas modificaciones, ha acompañado la vida de fe de la Iglesia a lo largo de los siglos. Volviendo a lo que decíamos al principio, es como un incipit para los momentos de fe que el creyente tiene la conciencia de vivir. A través de la Pascua de Cristo, en la que estamos inmersos a través del Bautismo, somos llamados a vivir en el amor de la Trinidad: el signo de la cruz nos recuerda a todos cuál es la esperanza a la qye hemos sido llamados.

Por el padre Valerio Mauro, profesor de Teología Sacramental. Artículo publicado por Toscana Oggi.

MOTIVACIÓN.


LA PRIMERA COMUNIÓN. 





¿Porque el anillo de compromiso se ocupa el el dedo anular?
Peinados: Anillos de boda baratos


Al parecer desde tiempos pasados, el anillo de compromiso ( que por aquellos tiempos imagino que seria de madera u hojalata ) se coloca en el dedo anular. Se cree que nuestros antepasados pensaban que en el dedo anular había una vena que comunicaba directamente con nuestro corazón, el cual, nos indica si estamos o no enamorados. 


Otro dicho, esta vez chino nos dice lo siguiente: 
Los pulgares representan a los padres. 
Los índices representan tus hermanos y amigos. 
El dedo medio te representa a ti mismo. 
El dedo anular (cuarto dedo) representa a tu pareja. 
El dedo meñique representa a los hijos. 

Ok ahora prueba esto. Junta tus manos palma con palma, después, une los dedos medios de forma que queden nudillo con nudillo axial como se muestra en la imagen… 

Ahora intenta separar de forma paralela tus pulgares (representan a los padres), notaras que se abren porque tus padres no están destinados a vivir contigo hasta el día de tu muerte, únelos de nuevo. 

Ahora intenta separar igual los dedos índices (representan a tus hermanos y amigos), notaras que también se abren porque ellos se van, y tienen destinos diferentes como casarse y tener hijos. 

Intenta ahora separar de la misma forma los dedos meñiques (representan a tus hijos) estos también se abren porque tus hijos crecen y cuando ya no te necesitan se van, únelos de nuevo. 

Finalmente, trata de separar tus dedos anulares (el cuarto dedo que representa a tu pareja) y te sorprenderás al ver que simplemente no puedes separarlos… eso se debe a que una pareja esta destinada a estar unida hasta el ultimo día de su vida y es por eso porque el anillo se usa en este dedo. 


La idea del anillo de compromiso viene de la antigua creencia de que la futura novia debía lucir un anillo en el dedo anular de su mano izquierda porque se creía que este dedo era el único por donde cruzaba una vena que llegaba directamente al corazón. 


junta tus palmas, nota que si intentas separa los dedos meñiques , se separaran, lo mismo los dedos pulgares e indices y dedos medios, se dice que estos cuatro dedos representan ala familia hijos,hermanos y amigos, pero si intentas separar los dedos anulares (DONDE VA EL ANILLO) no es posible, (al menos no los de mis manos) dicen que es por ke este deo representa ala pareja y esta destinada a ti o tu a ella... algo asi 


Según una leyenda cada uno de los dedos significan, los hijos, los padres, los hermanos, los amigos y la pareja.... a el anular le corresponde la pareja porque una vez uniendo las palmas de las manos, es dificil separar los dedos anulares sin mover los demás dedos, a todos los demás los puedes separar facilmente. 
Y que yo sepa, el anillo de compromiso, como el de matrimonio va en la mano izquierda... que es el lado del corazón. 

po la yemas de tus dedos 
junto con las de tu novio. 
(pulgar con pulgar, indice con indice....) 
intenta despegar uno por uno sin despegar los demas, 
el unico que n podras despegar de las yemas de los dedos 
de tu novio, sera el anular. 


VIOLENCIA EN EL NOVIAZGO.





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