domingo, 28 de enero de 2018

INSTINTO


5,9
9.791
votos
Título original
Instinct
Año
Duración
110 min.
País
Estados Unidos Estados Unidos
Dirección
Guion
Gerald DiPego (Novela: Daniel Quinn)
Música
Danny Elfman
Fotografía
Philippe Rousselot
Reparto
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Productora
Spyglass Entertainment
Género
Intriga. Drama. Thriller | Thriller psicológico. Simios
Sinopsis
Dentro de la inteligente mente de Ethan Powell (Anthony Hopkins) se esconde un terrible secreto, un profundo misterio no resuelto por su familia, enemistada con él, ni por los agentes de la Ley que le han estado siguiendo y que le han arrestado por una serie de crímenes ocurridos en las junglas de Ruanda. Con una vasta educación, la verdad de Powell se oculta tras años de estudio de los gorilas de montaña, hasta el punto de haber convivido con ellos en plena naturaleza y haber sido aceptado como uno de los suyos. Ahora, cautivo en una prisión brutal para enfermos mentales con tendencias criminales, Powell, que no ha hablado una sola palabra durante años, es sometido a tratamiento por parte del psiquiatra Theo Caulder (Cuba Gooding, Jr.). La ilimitada ambición de Caulder le lleva a arriesgar, poniendo su vida al límite, con el fin último de intentar comprender las acciones de este demente acaparador de titulares. Así, ambos hombres se embarcan en un extraordinario viaje, empujados por su insaciable búsqueda de la verdad, independientemente de su coste. (FILMAFFINITY)

jueves, 11 de enero de 2018

VOLVER A LOS DIECISIETE. ROZALÉN.





Volver a los diecisiete después de vivir un siglo 

Es como descifrar signos sin ser sabio competente 

Volver a ser de repente tan frágil como un segundo

Volver a sentir profundo como un niño frente a Dios, 

Eso es lo que siento yo en este instante fecundo 

Se va enredando enredando, como en el muro la hiedra 

Y va brotando, brotando como el musguito en la piedra 

Como el musguito en la piedra, ay si, si, si 

Mi paso retrocedido, cuando el de ustedes avanza 

el arco de las alianzas ha penetrado en mi nido 

Con todo su colorido se ha paseado por mis venas 

Y hasta la dura cadena con que nos ata el destino 

Es como un dia bendecido que alumbra mi alma serena 

Se va enredando, enredando, como en el muro la hiedra 

Y va brotando, brotando como el musguito en la piedra 

Como el musguito en la piedra, ay si, si, si 

Lo que puede el sentimiento no lo ha podido el saber, 

Ni el mas claro proceder ni el mas ancho pensamiento 

Todo lo cambia el momento colmado condescendiente, 

Nos aleja dulcemente de rencores y violencias 

Solo el amor con su ciencia nos vuelve tan inocentes 

Se va enredando, enredando, como en el muro la hiedra 

Y va brotando, brotando como el musguito en la piedra 

Como el musguito en la piedra, ay si, si, si 

El amor es torbellino de pureza original 

Hasta el feroz animal susurra su dulce trino, 

Retiene a los peregrinos, libera a los prisioneros, 

el amor con sus esmeros, al viejo lo vuelve niño 

y al malo solo el camino lo vuelve puro y sincero 

Se va enredando, enredando, como en el muro la hiedra 

Y va brotando, brotando como el musguito en la piedra 

Como el musguito en la piedra, ay si, si, si 

De par en par la ventana se abrio como por encanto 

Entro el amor con su manto como una tibia mañana 

Y al son de su bella diana hizo brotar el jazmín, 

Volando cual serafín al cielo le puso aretes 

Y mis años en diecisiete los convirtió el querubín 

Se va enredando, enredando, como en el muro la hiedra 

Y va brotando, brotando como el musguito en la piedra 

Como el musguito en la piedra, ay si, si, si 

Como el musguito en la piedra, ay si, si, si 

Como el musguito en la piedra, ay si, si, si 

Como el musguito en la piedra, ay si, si, si

viernes, 5 de enero de 2018

SEMANA SANTA

Explicación de la celebración
La Semana Santa es el momento litúrgico más intenso de todo el año. Sin embargo, para muchos católicos se ha convertido sólo en una ocasión de descanso y diversión. Se olvidan de lo esencial: esta semana la debemos dedicar a la oración y la reflexión en los misterios de la Pasión y Muerte de Jesús para aprovechar todas las gracias que esto nos trae.
Para vivir la Semana Santa, debemos darle a Dios el primer lugar y participar en toda la riqueza de las celebraciones propias de este tiempo litúrgico.
A la Semana Santa se le llamaba en un principio “La Gran Semana”. Ahora se le llama Semana Santa o Semana Mayor y a sus días se les dice días santos. Esta semana comienza con el Domingo de Ramos y termina con el Domingo de Pascua.
Vivir la Semana Santa es acompañar a Jesús con nuestra oración, sacrificios y el arrepentimiento de nuestros pecados. Asistir al Sacramento de la Penitencia en estos días para morir al pecado y resucitar con Cristo el día de Pascua.
Lo importante de este tiempo no es el recordar con tristeza lo que Cristo padeció, sino entender por qué murió y resucitó. Es celebrar y revivir su entrega a la muerte por amor a nosotros y el poder de su Resurrección, que es primicia de la nuestra.
La Semana Santa fue la última semana de Cristo en la tierra. Su Resurrección nos recuerda que los hombres fuimos creados para vivir eternamente junto a Dios.
Celebramos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en la que todo el pueblo lo alaba como rey con cantos y palmas. Por esto, nosotros llevamos nuestras palmas a la Iglesia para que las bendigan ese día y participamos en la misa.
Este día recordamos la Última Cena de Jesús con sus apóstoles en la que les lavó los pies dándonos un ejemplo de servicialidad. En la Última Cena, Jesús se quedó con nosotros en el pan y en el vino, nos dejó su cuerpo y su sangre. Es el jueves santo cuando instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio. Al terminar la última cena, Jesús se fue a orar, al Huerto de los Olivos. Ahí pasó toda la noche y después de mucho tiempo de oración, llegaron a aprehenderlo.
Ese día recordamos la Pasión de Nuestro Señor: Su prisión, los interrogatorios de Herodes y Pilato; la flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión. Lo conmemoramos con un Via Crucis solemne y con la ceremonia de la Adoración de la Cruz.
Se recuerda el día que pasó entre la muerte y la Resurrección de Jesús. Es un día de luto y tristeza pues no tenemos a Jesús entre nosotros. Las imágenes se cubren y los sagrarios están abiertos. Por la noche se lleva a cabo una vigilia pascual para celebrar la Resurrección de Jesús. Vigilia quiere decir “ la tarde y noche anteriores a una fiesta.”. En esta celebración se acostumbra bendecir el agua y encender las velas en señal de la Resurrección de Cristo, la gran fiesta de los católicos.
Es el día más importante y más alegre para todos nosotros, los católicos, ya que Jesús venció a la muerte y nos dio la vida. Esto quiere decir que Cristo nos da la oportunidad de salvarnos, de entrar al Cielo y vivir siempre felices en compañía de Dios. Pascua es el paso de la muerte a la vida.
¿Por qué la Semana Santa cambia de fecha cada año?
El pueblo judío celebraba la fiesta de pascua en recuerdo de la liberación de la esclavitud de Egipto, el día de la primera luna llena de primavera. Esta fecha la fijaban en base al año lunar y no al año solar de nuestro calendario moderno. Es por esta razón que cada año la Semana Santa cambia de día, pues se le hace coincidir con la luna llena.
En la fiesta de la Pascua, los judíos se reunían a comer cordero asado y ensaladas de hierbas amargas, recitar bendiciones y cantar salmos. Brindaban por la liberación de la esclavitud.
Jesús es el nuevo cordero pascual que nos trae la nueva liberación, del pecado y de la muerte.

ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR.

Esta gran fiesta tomó su nombre de la buena nueva anunciada por el arcángel Gabriel a la Santísima Virgen María, referente a la Encarnación del Hijo de Dios. Era el propósito divino dar al mundo un Salvador, al pecador una víctima de propiciación, al virtuoso un modelo, a esta doncella -que debía permanecer virgen- un Hijo y al Hijo de Dios una nueva naturaleza humana capaz de sufrir el dolor y la muerte, afín de que El pudiera satisfacer la justicia de Dios por nuestras transgresiones.
El mundo no iba a tener un Salvador hasta que Ella hubiese dado su consentimiento a la propuesta del ángel. Lo dio y he aquí el poder y la eficacia de su Fíat. En ese momento, el misterio de amor y misericordia prometido al género humano miles de años atrás, predicho por tantos profetas, deseado por tantos santos, se realizó sobre la tierra. En ese instante el alma de Jesucristo producida de la nada empezó a gozar de Dios y a conocer todas las cosas, pasadas, presentes y futuras; en ese momento Dios comenzó a tener un adorador infinito y el mundo un mediador omnipotente y, para la realización de este gran misterio, solamente María es acogida para cooperar con su libre consentimiento.

CUARESMA.

La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.
El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.
En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios.
Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.
40 días
La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.
En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.
La práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al menos en un principio, en las iglesias de oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada en occidente, pero debe observarse un espíritu penitencial y de conversión.

PRESENTACIÓN DEL SEÑOR.


Aunque esta fiesta del 2 de febrero cae fuera del tiempo de navidad, es una parte integrante del relato de navidad. Es una chispa de fuego de navidad, es una epifanía del día cuadragésimo. Navidad, epifanía, presentación del Señor son tres paneles de un tríptico litúrgico.

BAUTISMO DEL SEÑOR.

Cristo es iluminado: dejémonos iluminar junto con él; Cristo se hace bautizar: descendamos al mismo tiempo que él, para ascender con él.

EPIFANÍA.

Epifanía significa "manifestación". Jesús se da a conocer. Aunque Jesús se dio a conocer en diferentes momentos a diferentes personas, la Iglesia celebra como epifanías tres eventos:
Su Epifanía ante los Reyes Magos (Mt 2, 1-12)
Su Epifanía a San Juan Bautista en el Jordán
Su Epifanía a sus discípulos y comienzo de Su vida pública con el milagro en Caná.
La Epifanía que más celebramos en la Navidad es la primera.
La fiesta de la Epifanía tiene su origen en la Iglesia de Oriente. A diferencia de Europa, el 6 de enero tanto en Egipto como en Arabia se celebraba el solsticio, festejando al sol victorioso con evocaciones míticas muy antiguas. Epifanio explica que los paganos celebraban el solsticio invernal y el aumento de la luz a los trece días de haberse dado este cambio; nos dice además que los paganos hacían una fiesta significativa y suntuosa en el templo de Coré. Cosme de Jerusalén cuenta que los paganos celebraban una fiesta mucho antes que los cristianos con ritos nocturnos en los que gritaban: "la virgen ha dado a luz, la luz crece".
Entre los años 120 y 140 AD los gnósticos trataron de cristianizar estos festejos celebrando el bautismo de Jesús. Siguiendo la creencia gnóstica, los cristianos de Basílides celebraban la Encarnación del Verbo en la humanidad de Jesús cuando fue bautizado. Epifanio trata de darles un sentido cristiano al decir que Cristo demuestra así ser la verdadera luz y los cristianos celebran su nacimiento.
Hasta el siglo IV la Iglesia comenzó a celebrar en este día la Epifanía del Señor. Al igual que la fiesta de Navidad en occidente, la Epifanía nace contemporáneamente en Oriente como respuesta de la Iglesia a la celebración solar pagana que tratan de sustituir. Así se explica que la Epifanía se llama en oriente: Hagia phota, es decir, la santa luz.
Esta fiesta nacida en Oriente ya se celebraba en la Galia a mediados del s IV donde se encuentran vestigios de haber sido una gran fiesta para el año 361 AD. La celebración de esta fiesta es ligeramente posterior a la de Navidad.
Los Reyes Magos
Mientras en Oriente la Epifanía es la fiesta de la Encarnación, en Occidente se celebra con esta fiesta la revelación de Jesús al mundo pagano, la verdadera Epifanía. La celebración gira en torno a la adoración a la que fue sujeto el Niño Jesús por parte de los tres Reyes Magos (Mt 2 1-12) como símbolo del reconocimiento del mundo pagano de que Cristo es el salvador de toda la humanidad.
De acuerdo a la tradición de la Iglesia del siglo I, se relaciona a estos magos como hombres poderosos y sabios, posiblemente reyes de naciones al oriente del Mediterráneo, hombres que por su cultura y espiritualidad cultivaban su conocimiento de hombre y de la naturaleza esforzándose especialmente por mantener un contacto con Dios. Del pasaje bíblico sabemos que son magos, que vinieron de Oriente y que como regalo trajeron incienso, oro y mirra; de la tradición de los primeros siglos se nos dice que fueron tres reyes sabios: Melchor, Gaspar y Baltazar. Hasta el año de 474 AD sus restos estuvieron en Constantinopla, la capital cristiana más importante en Oriente; luego fueron trasladados a la catedral de Milán (Italia) y en 1164 fueron trasladados a la ciudad de Colonia (Alemania), donde permanecen hasta nuestros días.
El hacer regalos a los niños el día 6 de enero corresponde a la conmemoración de la generosidad que estos magos tuvieron al adorar al Niño Jesús y hacerle regalos tomando en cuenta que "lo que hiciereis con uno de estos pequeños, a mi me lo hacéis" (Mt. 25, 40); a los niños haciéndoles vivir hermosa y delicadamente la fantasía del acontecimiento y a los mayores como muestra de amor y fe a Cristo recién nacido.

SANTA MARÍA MADRE DE DIOS.

La Solemnidad de Santa María Madre de Dios es la primer Fiesta Mariana que apareció en la Iglesia Occidental, su celebración se comenzó a dar en Roma hacia el siglo VI, probablemente junto con la dedicación –el 1º de enero– del templo “Santa María Antigua” en el Foro Romano, una de las primeras iglesias marianas de Roma.
La antigüedad de la celebración mariana se constata en las pinturas con el nombre de “María, Madre de Dios” (Theotókos) que han sido encontradas en las Catacumbas o antiquísimos subterráneos que están cavados debajo de la ciudad de Roma, donde se reunían los primeros cristianos para celebrar la Misa en tiempos de las persecuciones.
Más adelante, el rito romano celebraba el 1º de enero la octava de Navidad, conmemorando la circuncisión del Niño Jesús. Tras desaparecer la antigua fiesta mariana, en 1931, el Papa Pío XI, con ocasión del XV centenario del concilio de Éfeso (431), instituyó la Fiesta Mariana para el 11 de octubre, en recuerdo de este Concilio, en el que se proclamó solemnemente a Santa María como verdadera Madre de Cristo, que es verdadero Hijo de Dios; pero en la última reforma del calendario –luego del Concilio Vaticano II– se trasladó la fiesta al 1 de enero, con la máxima categoría litúrgica, de solemnidad, y con título de Santa María, Madre de Dios.
De esta manera, esta Fiesta Mariana encuentra un marco litúrgico más adecuado en el tiempo de la Navidad del Señor; y al mismo tiempo, todos los católicos empezamos el año pidiendo la protección de la Santísima Virgen María.
El Concilio de Éfeso
En el año de 431, el hereje Nestorio se atrevió a decir que María no era Madre de Dios, afirmando: “¿Entonces Dios tiene una madre? Pues entonces no condenemos la mitología griega, que les atribuye una madre a los dioses”. Ante ello, se reunieron los 200 obispos del mundo en Éfeso –la ciudad donde la Santísima Virgen pasó sus últimos años– e iluminados por el Espíritu Santo declararon: “La Virgen María sí es Madre de Dios porque su Hijo, Cristo, es Dios”. Y acompañados por todo el gentío de la ciudad que los rodeaba portando antorchas encendidas, hicieron una gran procesión cantando: "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén".
Asimismo, San Cirilo de Alejandría resaltó: “Se dirá: ¿la Virgen es madre de la divinidad? A eso respondemos: el Verbo viviente, subsistente, fue engendrado por la misma substancia de Dios Padre, existe desde toda la eternidad... Pero en el tiempo él se hizo carne, por eso se puede decir que nació de mujer”.
Madre del Niño Dios
“He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu palabra”
Es desde ese fiat, hágase que Santa María respondió firme y amorosamente al Plan de Dios; gracias a su entrega generosa Dios mismo se pudo encarnar para traernos la Reconciliación, que nos libra de las heridas del pecado.
La doncella de Nazareth, la llena de gracia, al asumir en su vientre al Niño Jesús, la Segunda Persona de la Trinidad, se convierte en la Madre de Dios, dando todo de sí para su Hijo; vemos pues que todo en ella apunta a su Hijo Jesús.
Es por ello, que María es modelo para todo cristiano que busca día a día alcanzar su santificación. En nuestra Madre Santa María encontramos la guía segura que nos introduce en la vida del Señor Jesús, ayudándonos a conformarnos con Él y poder decir como el Apóstol “vivo yo más no yo, es Cristo quien vive en mí”.

GIRASOLES. ROZALÉN.

Era necesario respirar para mirar alrededor
Paseo por la habana y un café
Frente al malecón, con, con, con, con.
Comienzan los recuerdos
Las espinas afloraron mi interior
Todo lo que no se atiende
Tarde o temprano reaparece.
Pero nos miramos
Vaya no pasamos a ver si remontamos
Sin dedicarle más tiempo y el mundo está lleno
De mujeres y hombres buenos.
Asi que le canto a los valientes
Que llevan por bandera la verdad
A quienes son capaces de sentirse en la piel de los demás
Los que no participan de las injusticias
No miran a otro lado.
Los que no se acomodan
Los que riegan siempre su raíz…
A ti mi compañero que me tiendes la mano
Que es tu corazón bondad
Me estudias con curiosidad
Me miras con respeto
Y besas con cariño cada parte de mi cuerpo.
Tienes en los ojos girasoles
Y cuando me miras soy la estrella que más brilla
Cuando ríes se ilumina todo el techo
Ya duermo tranquila siento tanta calma dentro
Tienes en los ojos girasoles
Y cuando me miras soy la estrella que más brilla
Cuando ríes se ilumina todo el techo
Ya duermo tranquila siento tanta calma dentro
Es necesario revivir para poder saborear
Encajo las ideas reflexión para mejorar
Antes de un gran impulso doy un paso pequeño para atrás
Todo lo que no atendí vuelve siempre a resurgir
Pero sonreímos vaya si vivimos todo lo que aprendimos
No le dedicaré más tiempo pues el mundo está lleno
De mujeres y hombres bueno.
Asi que le canto a los coherentes a los humildes que buscan la paz
A los seres sensibles que cuidan de otros seres y saben amar
A todos los que luchan por nuestros derechos, miran a todo hombre igual
A quienes no me juzguen y quien esté dispuesto a compartir.
A ti mi compañero que tienes alma pura que es tu corazón bondad
Respetas mi espacio vital me escuchas bien a tanto
Y besas con cariño cada parte de mi cuerpo.
Tienes en los ojos girasoles
Y cuando me miras soy la estrella que más brilla
Cuando ríes se ilumina todo el techo
Ya duermo tranquila siento tanta calma dentro
Tienes en los ojos girasoles
Y cuando me miras soy la estrella que más brilla
Cuando ríes se ilumina todo el techo
Ya duermo tranquila siento tanta calma dentro

LA PUERTA VIOLETA. ROZALEN.

Una niña triste en el espejo

me mira prudente y no quiere hablar
hay un mostró gris en la cocina
que lo rompe todo que no para de gritar

Tengo una mano en el cuello

que con sutileza me impide respirar
una venda me tapa los ojos
puedo oler el miedo y se acerca

Tengo un nudo en las cuerdas

que ensucian mi voz al cantar
tengo una culpa que me aprieta
se posa en mis hombros y me cuesta andar

Pero dibuje una puerta violeta en la pared

y al entrar mi liberé, como se despliega la vela de un barco
desperté, en un prado verde, muy lejos de aquí
corrí grite, reí, se lo que no quiero, ahora estoy a salvo

Una flor que se marchita

un árbol que no crece por que no es su lugar
un castigo que se me impone
un verso que me tacha y me anula

Tengo todo el cuerpo encadenado

las manos agrietadas, mil arrugas en la piel
las fantasmas hablan en la nuca
Se reabre la herida y me sangra

Hay un jilguero en mi garganta

que vuela con fuerza
tengo la necesidad de girar
la llave y no mirar atrás

Así que dibuje, una puerta violeta en la pared

y al entrar mi liberé, como se despliega la vela de un barco
desperté, en un prado verde muy lejos de aquí
corrí grite, reí, se lo que no quiero, ahora estoy a salvo

Así que dibuje, una puerta violeta en la pared

y al entrar mi liberé, como se despliega la vela de un barco
aparecí, en un prado verde muy lejos de aquí
corrí grite, reí, se lo que no quiero, ahora estoy a salvo


 "EL HOMBRE Y EL DRAGÓN

Existía en cierto lugar un hombre que tenía una bonita casa al pie de una colina. Cultivaba la tierra, jugaba con sus hijos, se veía con los amigos, charlaba con su mujer y hacía planes con ella... En definitiva llevaba una vida apacible y feliz. Cierto día descubrió con alarma que en lo alto de la colina bajo la cual se encontraba su casa, vivía un monstruo.
Pensó en irse con toda su familia. Pero no; había mucho de ellos en aquel lugar como para abandonarlo. Lo que al buen hombre se le ocurrió fue subir y encerrar al monstruo en su cueva, así que subió y construyó un muro en la entrada. Pero el monstruo, al día siguiente, sencillamente rompió el tabique y salió. Alarmado por la fuerza de aquel ser, nuestro hombre decidió ir en persona y obligar al monstruo a permanecer dentro de la cueva, pero o no bien se daba la vuelta para regresar a su casa, tozudamente, el bicho volvía a salir, así que cada vez el hombre pasaba más tiempo en la colina,... y menos con sus amigos, su mujer y sus hijos. Todos intentaban convencerlo de que, si el monstruo siempre había estado allí y nunca había hecho nada a nadie, no había, en realidad, motivos para preocuparse.
Pero el hombre se enfadaba con quienes así le aconsejaban, así que se volvió huraño, y empezó a llevarse un poco peor con todo el mundo. De paso prestaba mucha menos atención a sus negocios y estaba a punto de perder su trabajo.
No tenía en la cabeza más que subir a la colina a encerrar al monstruo, y allí se pasaba los días, de manera que prácticamente no hacía otra a lo largo de la jornada.
Los amigos y los familiares consultaron a diversos expertos sobre cómo ayudar a aquel hombre a solucionar su problema, pero todos decían que lo que tenía que hacer el hombre era intentar olvidarse de que existía el monstruo,... pero nadie sabía cómo.
Un día acertó a pasar por el lugar un científico que se dió cuenta de que era imposible que el monstruo avanzase más allá de la explanada en la que estaba su cueva. Y es que, efectivamente, para llegar a esa explanada, había que pasar por un estrechísimo desfiladero a través del cual era imposible que el monstruo pudiese pasar, pues su tamaño le impedía atravesarlo. Cuando comentaron esto a nuestro amigo pareció reconfortarse y parecía que por fin su problema encontraba una salida. Sin embargo, pasados unos días, se sintió aterrorizado y angustiado con la idea de que el monstruo les causara algún daño, así que corrió colina arriba a ver qué era de él, y a los pocos días estaba nuevamente igual. Por más que le recordaban la imposibilidad de que el monstruo saliera de las inmediaciones de la cueva, el hombre, sin dejar de reconocerlo, repetía que el miedo no se le quitaba, que no tenía más remedio que subir a cerciorarse de que el monstruo seguía en su sitio, pero, al mismo tiempo se sentía agobiado y harto de tener que estar pendiente en todo momento de esa situación: en pocas palabras, estaba harto de vigilar al monstruo, pero no podía dejar de hacerlo.
Os propongo que respondáis a estas preguntas,¡Gracias!, ¿es en realidad un problema irresoluble el que tiene el protagonista de la fábula?....Si hay una solución ¿cuál crees tú qué es?